Para los mayas y para todos los demás pueblos del Anáhuac, Hunab Ku era el centro de la galaxia, y a su vez, el corazón y la mente del Creador. Hacia allí y a través del Sol dirigían su mirada al estudiar las estrellas. Hunab Ku era el centro, pero existían esencias menores. Para las personas de conocimiento entendían la integralidad del universo con la Tierra y la vida humana. Nada estaba separado y todo era complementario.
Hunab Ku, el principio rector divino de los mayas, del que se dice que su nombre no debe ser pronunciado, sino suspirado.
Hunab Ku se traduce como «dador del movimiento y la medida». Se compone de hun (único, solo ), nab (medida y movimiento) y ku o kub, (dador).
Nuestros antepasados veían a Hunab Ku como una fuerza única, inconmensurable, invisible, impalpable e innombrable que era su referente superior en el mundo sagrado. Determinaron que aquella suprema conciencia o energía primigenia no tenía nombre, ni forma y que era totalmente abstracta e inaprensible para las limitadas posibilidades humanas. Le llamaban “Aquel por quién se vive”. Así no podía ser representado.
Fuente : web
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